#NosotrasParamos

Este 8M nos encuentra ante el gran desafío de hacerle frente a un Gobierno Nacional que amenaza con el avasallamiento de los derechos humanos más básicos y las conquistas obtenidas. Un ejemplo de esto, quizás el más burdo, es el DNU 70/23, mediante el cual el gobierno de Milei decretó el desmantelamiento de políticas públicas concretas, poniendo en peligro el acceso a la salud, a la vivienda y nuestros derechos laborales y sindicales, entre otros.
Estas decisiones impactan directamente en la vida cotidiana de mujeres y diversidades: la feminización de la pobreza es un fenómeno que incluye la brecha salarial de género, la falta de acceso a oportunidades laborales y una sobrecarga de responsabilidades de cuidado que no son remuneradas. En el marco de un ajuste como el que estamos viviendo, a menos de 3 meses de que el actual Gobierno Nacional haya asumido la conducción del Estado, el deterioro de las condiciones de vida de trabajadoras y trabajadores es innegable. Sumado a ello, se han atacado y desarmado políticas públicas de protección y acompañamiento, y se ha intentado poner en debate cualquier análisis y programa que se entienda “con perspectiva de género”, llevando a anular todo enfoque diferencial que permita reconocer las problemáticas en torno a los roles estereotipados que afectan a la ciudadanía.
Por otro lado, el avance de los discursos de odio y su consecuente aumento de la violencia hacia las mujeres y diversidades es notorio: las trabajadoras de la justicia venimos advirtiendo sobre el aumento de las denuncias penales y las demandas laborales y civiles vinculadas a esta problemática.
Por ello, en el ámbito de la justicia nos comprometemos a seguir organizándonos, resistiendo y luchando por un mundo más justo y equitativo para todas las mujeres y diversidades y en lo particular de nuestro sector de trabajo, para que en el PJN reconozcan las licencias de cuidado en términos de equidad como en los MP; que se sancione el acoso con perspectiva y en tiempo y forma –porque todas las sanciones logradas han sido gracias a la amplia prueba y numerosos hechos, pero aún no logran darle la real importancia y significancia al acoso per se-; que se haga efectiva en todo el sistema de administración de justicia la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para las Personas Travestis, Transexuales y Transgénero “Diana Sacayán-Lohana Berkins”; que se realicen las modificaciones necesarias para que en los concursos se le permita a las mujeres embarazadas tomar otra fecha –y no perdérselo-; que todos se capaciten en género y fundamentalmente queremos que nuestras compañeras lleguen a la magistratura.
La historia nos ha enseñado que nuestros derechos siempre van a ser puestos en duda y, una vez más, nos encontrarán en la calle para resistir el retroceso al que nos quieren llevar.
Que este 8 de marzo nos encuentra más organizadas, unidas y solidarias que nunca. Construyendo un sistema de administración de justicia al servicio del pueblo. Sigamos con fuerza, ¡a paso de vencedoras!