Asamblea general extraordinaria

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    Nov 03, 2022
    Entre los distintos puntos tratados en la Asamblea General Extraordinaria -celebrada el 28 de octubre en Mar del Plata- hay dos cuestiones, muy relacionadas entre sí, que merecen un tratamiento particular.

    Ello, a fin de despejar cualquier duda o suspicacia que pudiera surgir y no empañar lo que -sin duda- constituyó una nueva jornada histórica en la vida de nuestra Organización.
     
    Nos referimos expresamente a la Intervención de la Seccional N.º 1 de empleados de la justicia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y a la situación de tres de sus exintegrantes.

    Intervención que no fue grato ordenar, que causó congoja por la historia compartida, porque esa Seccional fue la primera en integrarse a la Unión, pero que determinó la Comisión Directiva Nacional en la certeza de prevenir males mayores, hacer cesar serias irregularidades denunciadas y erradicar conductas disvaliosas -asumidas por quienes decían representar a los/as trabajadores/as y a esta Organización- que en nada condicen con el espíritu de solidaridad, respeto, compañerismo, vocación de servicio y justicia que anida en la Unión, ni con los valores que desde aquí luchamos por promover.

    Así, ante la gravedad de los hechos denunciados, la Comisión Directiva Nacional determinó intervenir dicha seccional, designando para ello al Cro. Federico Villone quien llevó adelante -conforme las directivas dadas por la conducción nacional- la tarea faraónica de regularizar la Seccional y revertir la visión equivocada que los/as compañeros/as tenían de la Unión, en virtud de los reiterados actos reprochables que Luis Simón Bechis, Daniel Oscar Vidal y Lucas Méndez Stiglich (a los que se suspendió preventivamente por el plazo de 30 días) habían llevados a cabo a espaldas de la Organización. Estuvieron a cargo de la auditoría contable, ordenada junto a la intervención, los Contadores Carlos Bell y Estefanía Burgos.

    Intervención y auditoría -efectuadas más allá de los hechos de violencia y agresiones físicas perpetrados por esos personajes y sus secuaces que intentaron impedir y obstaculizar el control- que permitieron constatar serias irregularidades que concretamente atentan contra el patrimonio de la Unión, a más de constituir faltas graves a las disposiciones de nuestro Estatuto Social, a la ética, decoro y honestidad que debe primar en quienes son elegidos por sus compañeros/as para ejercer la representación de sus derechos e intereses.

    Hablamos concretamente de abuso de autoridad, malversación de fondos de la Unión en virtud del uso indebido de nuestro patrimonio, discrecionalidad y arbitrariedades a favor de quienes consideraban “los suyos” en detrimento de quienes identificaban como “marrones”. Sumado a esto, recibimos denuncias de acoso -en todas sus formas- y violencia laboral perpetrada por esos tres personajes con total impunidad, escudándose en los cargos que detentaban dentro de la Organización.

    Conductas repudiables e inadmisibles que la Asamblea de Representantes soberanamente sindicó como intolerables. Ratificó en consecuencia -por unanimidad- lo actuado por la Comisión Directiva Nacional y determinó, a su vez, en orden a la gravedad de las imputaciones y prueba aportada, la expulsión de nuestra Organización de los tres involucrados: Luis Simón Bechis, Daniel Oscar Vidal y Lucas Méndez Stiglich.

    En función de lo sucedido se profundizarán los mecanismos de control -financieros y de gestión- para garantizar absoluta transparencia, en espejo con la dinámica efectuada a nivel nacional. Asimismo, se establecen protocolos específicos de actuación en casos de acoso y violencia laboral. Ambos ejes fueron aprobados por unanimidad por nuestro órgano soberano.
    Lo decidido -si bien como dijimos no es grato- da cuenta cabal de la estatura moral de nuestra Organización. De la madurez de nuestros/as congresales que -acorde a los nuevos tiempos- ponen el eje central en el trabajador/a y su dignidad, que no naturalizan situaciones de acoso y/o violencia y dicen basta a la utilización de la Unión con fines espurios.

    Nuestra Organización es digna y tiene autoridad moral para debatir y luchar porque esos valores están presentes en quienes la integramos. Los que procuran rédito personal, ventajas, privilegios, hacer negocios desviándose del cause de la Organización, saben con total certeza que en la UEJN no tuvieron, no tienen, ni tendrán jamás espacio para actuar. Ahí radica nuestra fuerza.

     
    Buenos Aires, 2 de noviembre de 2022.
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