La Unión de los Empleados de la Nación no olvida aquel lunes 18 de Julio de 1994 en el cual, a las 9.30 hs y por segunda vez, un ataque terrorista conmovía a la Argentina arrancando la vida a 85 personas e hiriendo a otras 300. Desde ese momento quedó a la vista la incapacidad de policías, jueces y funcionarios.
	 
	Hoy, a veinte años del atentado que voló la vieja sede de la AMIA, seguimos sin respuesta por parte de la Justicia. Los olores, las imágenes y los sonidos de aquella mañana de horror y muerte siguen ahí, intactos, pero parecería que sólo en la memoria de sus seres queridos y del pueblo Argentino, pero no así en sus funcionarios.
	 
	¿Cómo callar sobre tan tremendo ataque a la vida individual y colectiva? Este tipo de hechos, devenidos históricamente como traumas culturales, suelen generar todo tipo de pensamientos y de reacciones. Sin embargo, algo debería de quedar en claro, y por encima de todo: su condena.
	 
	Por eso, hoy más que nunca desde nuestra organización redoblamos el pedido de Justicia para este crimen imprescriptible y exigimos conocer a los culpables.
 
                                                                                                                  Buenos Aires 18 de Julio de 2014
 
 
	Laura Iparraguirre                                                                           Julio Piumato
	Secretaria de Prensa                                                                 Secretario General